La Investigación con células madreanálisis multifactorial de una controversia

  1. Delgado Carreira, Mónica
Dirigida por:
  1. Jordi Vallverdú Segura Director/a
  2. Anna Estany Profitós Director/a

Universidad de defensa: Universitat Autònoma de Barcelona

Fecha de defensa: 30 de marzo de 2009

Tribunal:
  1. José Antonio López Cerezo Presidente
  2. David Casacuberta Sevilla Secretario/a
  3. María Jesús Santesmases Navarro de Palencia Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 201261 DIALNET lock_openDDD editor

Resumen

Las controversias científicas son momentos clave en los análisis de los procesos de dinámica científica. En ellas la metodología e ideales científicos, así como, las creencias acerca de la verdadera naturaleza de la ciencia son puestos a prueba y discutidos. El estudio de las mismas, no obstante, no ha sido del todo satisfactorio desde la filosofía de la ciencia por diferentes motivos. Por una parte, la concepción heredada o empirista subestimó su importancia centrando su interés durante la primera mitad del siglo xx en la ciencia como producto, o contexto de justificación. Desde esta perspectiva las controversias no revestían de mayor importancia, puesto que se confiaba en el método científico para su resolución. Solamente los factores puramente epistémicos eran tenidos en cuenta y se ignoraba la lógica del descubrimiento y, con ella los factores no epistémicos considerados irrelevantes para la epistemología. La nueva filosofía de la ciencia, por su parte, enfatizó los factores no epistémicos en el contexto de descubrimiento para explicar la dinámica científica. En estos estudios, de corte mayoritariamente relativista, el estudio de las controversias fue fructífero en el intento de mostrar cómo estos factores dominaban la práctica científica y amenazaban la autonomía de la ciencia. Estos estudios descuidaron (y aquí es donde reside la otra razón) el factor cognitivo implicado en las controversias y por ende, en la ciencia. Además de toda opción de seguir considerando a la ciencia una actividad racional. Las controversias científicas constituyen un elemento central para la inteligibilidad de una disciplina. Ellas caracterizan el cambio intelectual y desarrollo de la misma. Un análisis completo debe diferenciar y estudiar no sólo la evidencia proporcionada por los hechos, sino también, la ofrecida por los valores presentes en la investigación. Y es que, aunque tradicionalmente sólo los valores epistémicos tenían un peso legítimo en la práctica científica es necesario ampliar este marco y dar cabida a los valores no epistémicos. La razón de ello es que la existencia de los primeros no garantiza la inevitabilidad de las controversias en ciencia, por lo que es necesario reflexionar acerca del papel de los segundos en la práctica científica sin que represente una amenaza a la racionalidad científica. La controversia estudiada en esta tesis doctoral es la controversia en torno a la investigación con células madre. Esta controversia surge a partir de unas investigaciones realizadas por el Dr. James Thomson en 1998 que le permitieron aislar y mantener en cultivo por primera vez células madre embrionarias. Estas células tienen teóricamente el potencial de crear cualquier célula del cuerpo, característica que las hace muy atractivas, no sólo por sus aportaciones para la ciencia básica, sino también para las posibles terapias y curas que se deriven de estas investigaciones. El problema con estas células reside en la fuente de la que se obtienen. Para derivarlas es necesario recurrir a embriones humanos que, en principio, serán destruidos para obtenerlas. El componente moral de la controversia anida en la duda de si es lícito o no destruir un embrión para obtener estas células en pos de posibles terapias. Una de las dificultades de esta controversia es que a su vez retoma temas controvertidos como es el tema del aborto y cuándo un ser humano comienza a serlo. De esta manera, encontramos dos posiciones predominantes en esta controversia. Por un lado, están los detractores de esta investigación que consideran que no es moralmente aceptable destruir un embrión por sus células. Esta posición estará dominada por grupos pro-vida y con creencias religiosas fuertemente arraigadas acerca del comienzo de la vida. Y por otro, se encuentran los que están a favor de la investigación. Algunos de ellos formarán grupos o asociaciones de pacientes que ejercerán una gran presión para que la investigación siga su curso. Mi tesis es que una de las principales diferencias entre ambos grupos reside en sus valores morales, puesto que la evidencia empírica es aún insuficiente para sostener y reafirmar la posición tomada en la controversia. Estos valores son los que están jugando un papel esencial en el desarrollo de la controversia. No obstante, no sólo la sociedad civil es la que se está dejando dominar por los mismos, sino también a menudo los científicos participantes de la propia investigación se guían por valores morales más que por razones puramente epistémicas. Esta afirmación puede parecer priori que cae en un relativismo puesto que los valores morales se han considerados subjetivos. Es por tanto, uno de los objetivos de esta tesis mostrar cómo se pueden incluir a los mismos en la práctica científica y seguir defendiendo la racionalidad científica. Para ello, me serviré de los resultados obtenidos en diferentes campos de las ciencias cognitivas y, en especial, de las neurociencias. En este sentido ellas ofrecen un nuevo marco de estudio en el análisis de controversias. Mi estudio, en definitiva, sigue el programa naturalizador no radical en filosofía de la ciencia subrayando la importancia de las ciencias empíricas para muchas cuestiones filosóficas, en la tesis que nos ocupa la relación entre valores (en este caso morales) y la ciencia. El análisis cognitivo toma a los científicos como unidad básica de estudio. Entender la ciencia y su dinámica es entender los procesos cognitivos de los mismos. Asimismo, estudios recientes en neurociencias están aportando datos que demuestran que en algunas ocasiones determinados juicios morales están anclados en los mismos procesos de racionalidad mediante las emociones. Por tanto, la afirmación de que la ciencia es una actividad subjetiva en base a la existencia o participación de estos valores, intentaré demostrar en la tesis, se hace insostenible. La controversia de las células madre me servirá de nicho desde el cual analizar esta hipótesis. En la controversia acerca de la investigación con células madre existe una multiplicidad de factores y de problemas asociados. No obstante, uno de los problemas que más se ha enquistado en la misma es el referente al estatuto moral del embrión. ¿Podemos considerar que un embrión de seis días es y debe tener los mismos derechos que cualquier otro ser humano? Dependiendo de la respuesta a este interrogante podremos aceptar o no la investigación. Otro punto de vital importancia es que esta respuesta no puede ser proporcionada empíricamente. Es decir, no se pueden trazar fronteras que sean aceptadas universalmente. El derecho y la legalidad pueden marcar puntos y leyes legislativas, pero éstas pueden no ser aceptadas por partes de la población, puesto que los criterios que dictan cuándo un blastocisto pasa a ser un feto con derechos no puede determinarse empíricamente. Este factor nos conduce a una situación en la que coexisten diferentes opiniones y en las que lograr un consenso es una tarea harto compleja. La controversia ha ido creciendo en intensidad y también en problemas a resolver. Dentro de la misma conviven otras controversias cuyos desacuerdos están basados en problemas más internalistas o puramente epistémicos. Sirva como ejemplo la utilización de productos animales en las placas de cultivo, protocolos de diferenciación celular, etc. Entre ellos uno capta mi atención por encima de los demás y es el referente a la potencialidad de las células madre adultas. La razón es que esta controversia dentro de la controversia esconde en realidad motivos que escapan al interés epistémico y se ampara en intereses y valores considerados tradicionalmente no epistémicos como los de tipo moral/religioso. A lo largo de la tesis saldrá a la luz cómo diferentes grupos implicados en la controversia, entre ellos los científicos, continuamente mediante sus juicios de valor están determinando el grado de desarrollo de la disciplina. ¿Cómo interpretar la influencia de dichos valores? Partiendo de un punto o bien relativista, o bien empirista, la respuesta consistirá en afirmar o negar la influencia de los mismos considerados desde ambas perspectivas como externos a la práctica científica. Esta idea explorada anteriormente en un artículo escrito por el Dr. Jordi Vallverdú y yo es retomada en la tesis para intentar demostrar que estos valores, no sólo no son externos a la actividad científica, sino que son inherentes a ella en tanto en cuanto están marcando la dirección en el tipo de juicio moral relacionado a su vez con los procesos emocionales de los científicos. La neurociencia y especialmente la neuroética son totalmente relevantes en la tesis, puesto que ofrecen nuevas perspectivas en el debate ciencia/valores mostrando cómo los valores morales, considerados hasta el momento ajenos a la toma racional de decisiones, son consustanciales a la propia racionalidad científica. Así como, la importancia de las emociones en estos juicios y, no sólo en ellos, sino en todo el pensamiento científico. Esta idea se ampara en el trabajo desarrollado por Paul Thagard y su noción de cognición emocional. Gracias a ella el análisis de la controversia de las células madre adquiere una nueva dimensión que en esta tesis se resume bajo la idea de "controversia emociona". Ello me permite analizar de forma racional cuándo las emociones fomentan buenas decisiones y cuándo no. Sin perder de vista la idea de que cuando hacemos juicios, no sólo llegamos a conclusiones acerca de qué creer, sino también a evaluaciones emocionales. Esto responde a la tesis de la neurociencia afectiva de que cuanto más afectivamente está cargado un acto mayor poder tendrán nuestras intuiciones y emociones en determinar un juicio moral u otro. Si a esto le añadimos el desconocimiento y prolijidad de información y datos, como sucede en momentos de controversia, es más probable que nuestros valores conducidos por las emociones tomen el mando de nuestros juicios. Juicios que reflejarán la preferencia de un agente por una situación o una acción. Traducido en la controversia: favorables o no hacia la investigación.