La dimensión social de la cultura científica
- José Antonio López Cerezo Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 2012(e)ko uztaila-(a)k 20
- Javier Echeverría Ezponda Presidentea
- Cipriano Barrio Alonso Idazkaria
- Carolina Moreno Castro Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
En el campo de los estudios de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, conocimiento, interés y actitud se identifican generalmente como componentes cardinales de la ¿cultura científica¿. Este trabajo es una reflexión sobre las hipótesis de partida, las metodologías de estudio, y las implicaciones políticas de este modo de entender la cultura científica. La reflexión transcurre por tres pasos. En primer lugar, se realiza un análisis de los cambios sociales que se han producido en las últimas décadas en relación con la ciencia y la tecnología, así como las nociones acuñadas desde los estudios académicos para describir esta nueva realidad en el marco de la actual sociedad del conocimiento. En un segundo paso, se ofrece una reconstrucción de la concepción tradicional de la cultura científica, así como las críticas que surgen en torno a la misma, tomando como base empírica diversas encuestas realizadas a nivel nacional e internacional. En tercer lugar, se incluye una nueva manera de entender los conceptos de cultura científica y participación ciudadana, y se realiza una aproximación al análisis de nuevas formas de participación más interactivas. La atención a estas nuevas formas constructivas de apropiación permitirá ampliar la mirada en torno a los procesos colectivos e individuales, mecanismos e instituciones sociales que están presentes e intervienen en los sistemas científico-tecnológico y social, pero que quedan fuera de un análisis de la cultura científica en tanto que atributo individual. Sobre la base de estas consideraciones, se defiende una nueva manera de entender la cultura científica: como resultado de un proceso de apropiación más complejo y bidireccional que involucra no solo a los miembros de una sociedad sino también a sus instituciones. Todo ello constituye la dimensión social de la cultura científica. Su análisis implicará atender en paralelo a las influencias mutuas que existen entre el sistema social y el sistema científico-tecnológico. Es decir, esta dimensión social de la cultura científica no puede ser entendida únicamente como el modo en que los miembros e instituciones de una sociedad se apropian de la ciencia y la tecnología, sino también como el modo en que la ciencia y la tecnología (sus individuos e instituciones) se apropian de la cultura de dicha sociedad. La importancia del estudio de estas interacciones entre uno y otro sistema, medibles tanto a nivel individual como institucional, radica en su potencial aportación al diseño y orientación de aquellas políticas públicas interesadas en incorporar en sus agendas de investigación nuevos y mejores programas destinados a promover la cultura científica. Avanzar en esa dirección requiere comprender las pautas de interacción entre ciencia y sociedad en torno a aquellos fenómenos en los que se manifiesta la cultura científica: educación, comunicación, producción y gestión. Con el propósito de contribuir a ese objetivo de clarificación y mejora se plantea la presente tesis, que asume como hipótesis de partida la estrecha vinculación entre ciencia y sociedad, o ciencia y cultura. En la medida en que la ciencia se presenta como un subsistema social particular, el estudio de la cultura científica va a requerir la adopción de una visión más amplia y compleja; a saber, aquella que contemple su dimensión social, entendida en un sentido bidireccional: como la incidencia de la ciencia en la sociedad; y como la incidencia de la sociedad en la ciencia. Es decir, medir el nivel de cultura científica de una sociedad requerirá atender no solo al modo en que la sociedad se apropia de la ciencia y la tecnología, sino también al modo en que dicha sociedad incide en el sistema científico-tecnológico. científico-tecnológico. Desde esta perspectiva, la adquisición de cultura científica se presenta como un reto a asumir por toda la sociedad en su conjunto; por todos aquellos actores sociales, individuales o institucionales que viven, trabajan, se mueven y consumen en un mundo impregnado por la ciencia y la tecnología. La medición de los logros alcanzados al respecto no podrá realizarse de forma separada, sino que implicará atender en paralelo a las influencias mutuas que existen entre el sistema social y el sistema científico-tecnológico: no tanto lo que ocurre en uno u otro lado de la realidad social, sino el resultado de sus interacciones. La puesta en marcha de una investigación social que atienda a dichas interacciones podría ofrecer la claridad conceptual y documentación empírica necesarias para una eventual mejora de los instrumentos de medición que están a la base del diseño y seguimiento de las políticas públicas en la materia.