Envejecer bien, definición mediante validación del modelo multidimensional y promoción del buen envejecimiento

  1. Schettini del Moral, Rocío
Dirigida por:
  1. Rocío Fernández Ballesteros Director/a
  2. Juan Botella Ausina Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 13 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. María Araceli Maciá Antón Presidente/a
  2. María Dolores Zamarrón Secretario/a
  3. Gloria García Fernández Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El envejecimiento de la población está considerado uno de los fenómenos bio-demográficos más importantes en el último siglo; ello se ha debido a un constante aumento de la esperanza de vida y un decremento de la natalidad (United Nations, 2015). El envejecimiento poblacional es el producto del éxito de nuestra especie pero, dada su relación con la enfermedad y la discapacidad, es también considerado como una amenaza por cuanto tanto la enfermedad como la discapacidad acarrean costos socio-sanitarios importantes. Diversos autores señalan que hay una gran variabilidad en las formas de envejecer, las cuales coinciden en conceptualizar como envejecimiento normal, patológico y con éxito (Fernández-Ballesteros, 2002, 2008; Rowe y Kahn, 1987, 1997). El envejecimiento con éxito fue definido por Rowe y Kahn (1987) como un concepto multidimensional que incluía una baja probabilidad de enfermedad y discapacidad asociada, alto funcionamiento físico y mental y alta participación. Son muchos los conceptos usados como sinónimos para describir este mismo proceso de envejecimiento: con éxito, productivo, satisfactorio, saludable, activo; siendo este último el que ha recibido más referencias por parte de los organismos internacionales (WHO, 2002), si bien la Organización Mundial de la Salud en un último informe ha vuelto a enmarcar sus políticas de actuación en el concepto de envejecimiento saludable (WHO, 2015). De cualquier forma, es el buen envejecimiento, sin entrar de momento en asumir una sola definición del mismo, el que debe ser fomentado en la población para que el mayor envejeciente rompa con el estigma de la amenaza a la que nos referíamos anteriormente. Fernández-Ballesteros (2002), tras una extensa revisión de las definiciones del buen envejecimiento más comúnmente utilizadas por los autores relevantes, propone un modelo de cuatro factores del buen envejecimiento, añadiendo a la propuesta de Rowe y Kahn (1997) el “afecto positivo y el control” como cuarto dominio comprometido. Así, los componentes del buen envejecimiento, según el modelo propuesto, serían los siguientes: 1) salud y habilidad funcional, 2) buen funcionamiento físico y cognitivo, 3) afecto positivo y control y 4) participación e implicación social. Con base en este modelo, Fernández-Ballesteros (2002) ha desarrollado una serie de materiales para la promoción de la salud y el buen envejecimiento que constituyen el Programa Vivir con Vitalidad®, que se viene implantando en distintos formatos (presencial, multimedia, online) con valoraciones positivas y efectos demostrados sobre el buen envejecimiento de los mayores participantes (Caprara, Fernández-Ballesteros y Alessandri, 2016; Caprara et al., 2013; Fernández-Ballesteros, Caprara, Iñiguez y García, 2005; Mendoza-Ruvalcaba y Fernández-Ballesteros, 2016) Los dos objetivos generales de este trabajo son, en primer lugar, poner a prueba la teoría de cuatro factores del buen envejecimiento (Fernández-Ballesteros, 2009); y en segundo lugar, presentar una comparativa de distintos programas de promoción del buen envejecimiento, desde programas universitarios para mayores a distintas versiones del Programa Vivir con Vitalidad® (Fernández-Ballesteros, 2002), centrado principalmente en la evaluación de la versión e-learning del mismo. Con este fin se presentan varios artículos ya publicados o en revisión, además de material inédito, que recogen las temáticas recogidas en los objetivos Realizamos la validación del modelo multidimensional mediante análisis de ecuaciones estructurales con múltiples métodos y múltiples muestras obtenidas de múltiples estudios y con múltiples procedimientos, encontrando buen ajuste del modelo a los datos utilizados. Con estos resultados y la fuerte base científica encontrada, podemos concluir que el buen envejecimiento se define a partir de los dominios salud y funcionalidad, funcionamiento físico y cognitivo, afecto y control, y participación social. Con base en los distintos estudios presentados, todos con metodología cuasiexperimental, y los análisis de varianza derivados, podemos concluir que tanto los programas universitarios para mayores analizados como el Programa Vivir con Vitalidad® en sus distintos formatos, son muy eficaces para la promoción del envejecimiento activo mediante la mejora de distintos aspectos del buen envejecimiento: participación, funcionamiento cognitivo, auto-estereotipos, imágenes sobre la vejez, satisfacción; con diferencias en función del programa y el formato.