Evaluación del efecto de una intervención de promoción de la salud para personas con diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 sobre las conductas alimentación y actividad física
- Papín Cano, Cristina
- Rubén Martín-Payo Director
Universidad de defensa: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 22 de octubre de 2020
- Alberto Lana Pérez Presidente
- María del Mar Fernández Álvarez Secretaria
- Santiago Martínez Isasi Vocal
- Javier Sevil Serrano Vocal
- María Paz Zulueta Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un problema de salud pública importante con una tendencia creciente en las últimas décadas, siendo España uno de los países europeos con mayor prevalencia. Las personas con diagnóstico de DM2, si no realizan un buen control de la enfermedad, tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, nefropatía, retinopatía, neuropatía y amputaciones, de deterioro de la calidad de vida y un mayor número de hospitalizaciones y mortalidad. La buena evolución de la DM2 se consigue, fundamentalmente, a través de un buen control glucémico, el cual se puede conseguir con un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación saludable, un peso adecuado y realización de actividad física de forma regular. En este aspecto los programas de promoción de la salud han demostrado ser efectivos, en personas con diagnóstico de DM2. Estos aportan conocimientos y el desarrollo de habilidades, promoviendo capacidad y motivación, mediante un rol activo del paciente, necesarios para adquirir o mantener las conductas saludables, como, por ejemplo, la alimentación y la realización regular de actividad física. En este sentido, en el Principado de Asturias, la Atención Primaria parece ser el ámbito idóneo para promover dichos cambios de conducta en población con diagnóstico de DM2 por ser este ámbito asistencial donde se realiza su seguimiento de forma habitual. Para que una intervención de salud sea efectiva es fundamental que se diseñe en base a marcos teóricos que hayan demostrado efectividad previamente. A tal fin, destaca el Behaviour Change Wheel (BCW), que facilita la planificación y evaluación de intervenciones de cambio de comportamiento. Por tanto, dado que un estilo de vida que incluya una alimentación saludable y la práctica de AF es clave en la buena evolución de la DM2, que Atención Primaria es el nivel asistencial en el que fundamentalmente se realiza el control de las personas con DM2 y que no se ha encontrado en el Principado de Asturias ninguna intervención educativa para personas con DM2, desarrollada según el modelo teórico BCW, se plantó el presente estudio. OBJETIVOS El objetivo principal fue evaluar la efectividad y factibilidad de una intervención educativa individualizada, basada en el modelo Behaviour Change Wheel, aplicada a pacientes diagnosticados de diabetes mellitus tipo 2, desarrollada e implementada por profesionales de enfermería de Atención Primaria, sobre las conductas alimentación y actividad física. METODOLOGÍA El estudio se ajustó a un diseño piloto pre- post con el fin de determinar el efecto y factibilidad de la intervención educativa. Se trató de un diseño simple ciego, del tipo “grupo control sin tratamiento”. Se seleccionaron cuatro centros de salud del Área III de Asturias por conveniencia. Formaron parte del estudio aquellos individuos que firmaron el consentimiento informado y cumplieron los criterios de inclusión y exclusión (n= 111). La muestra se dividió en dos grupos: grupo intervención (GI) (n=63) y grupo control (GC) (n=48). La asignación de los participantes a los grupos de estudio fue no probabilística, considerando como criterio de asignación la pertenencia a cada uno de los centros de salud participantes. El estudio se dividió en cinco fases y se desarrolló entre los meses de octubre de 2017 y junio de 2020. La intervención educativa, eje central de esta investigación, se desarrolló entre marzo de 2018 y junio de 2019. Los participantes del GI recibieron una intervención educativa de 6 meses de duración, diseñada según el modelo BCW, llevada a cabo por enfermeras del equipo de investigación, sobre las conductas alimentación y AF. Específicamente se desarrollaron intervenciones sobre los determinantes capacidad psicológica, motivación automática, reflexiva y oportunidad social para la alimentación y capacidad psicológica, física, motivación automática, reflexiva y oportunidad social para la actividad física. Los pacientes del GC continuaron recibiendo la atención habitual. La intervención incluyó la entrega de una guía sobre las conductas a estudio diseñada para este estudio y, además, los profesionales de enfermería aportaron consejo verbal. Como instrumentos de medida se utilizaron: la hoja de registro ad hoc; el cuestionario Motiva.Diaf-DM2 para valorar aspectos sociodemográficos, personales y relacionados con la enfermedad, así como las conductas alimentación y actividad física (AF) y el grado de satisfacción de las necesidades psicológicas básicas (NPB); y el cuestionario EQ-5D-5L para valorar la calidad de vida. Los datos fueron recogidos antes (PRE) y 6 meses tras el inicio de la intervención educativa (POST). RESULTADOS La muestra a estudio estuvo formada por 111 individuos; 63 formaron el grupo intervención (GI) y 48 el grupo control (GC). La media de edad fue de 68,19 años (DE= 8,390) y la media de años transcurridos desde el diagnóstico de DM2 de 10,58 (DE= 6,591). Se observó un 4,5% de pérdidas, siendo la causa principal dejar de acudir al centro de salud de referencia a realizar el seguimiento de su enfermedad. Los participantes del GI mejoraron la adherencia de todas las conductas a estudio, siendo dicho aumento estadísticamente significativo en 9 de ellas: “consumir, al menos, dos raciones de pescado a la semana”, “una ración de verdura al día”, “comer comida cocinada a la plancha, parrilla, hervida o al horno”, “excluir de la alimentación los refrescos con azúcar, las tónicas y los productos “especiales para diabéticos”, “comer alimentos condimentados con hierbas aromáticas o especias”, “tomar un extra de hidrato de carbono al finalizar la AF cuando dura más de 60 minutos y es de intensidad moderada o alta”, “llevar encima algún alimento con azúcar durante la realización de AF” y “llevar una identificación con sus datos generales y su situación de persona con diabetes”. Adicionalmente, se observó una correlación fuerte (r= 0,788; p<0,001) entre las conductas comprometidas a adquirir por los participantes del GI durante el estudio. Se observó mejoría en las NPB abordadas específicamente en la intervención para actividad física. Concretamente, la competencia y autonomía, indicadores de capacidad y motivación, pero no así en el apoyo social. La calidad de vida no mostró mejoría significativa en ninguno de los grupos. El número medio de visitas a demanda a la consulta de enfermería, indicador de la oportunidad social, fue de 0,30 (DE=0,976) para el GC y, 1,10 (DE=5,162) para el GI, no encontrándose diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos. Las personas del GI disminuyeron de forma significativa la cifra de HbA1c (-0,6%; p=0,002) pasando de tener un porcentaje de participantes con una HbA1c en rango del 62,7% al 83,1% de PRE a POST, la cifra de TAS (-4,9; p=0,006) y la composición corporal (0,72; p< 0,001). CONCLUSIONES Una intervención educativa individualizada, basada en el modelo Behaviour Change Wheel, dirigida a personas diagnosticadas de diabetes mellitus tipo 2, ha mostrado ser factible para promover una alimentación saludable y una mayor actividad física. La intervención educativa ha tenido un alto porcentaje de participación y ha mejorado la adherencia a la alimentación saludable, la actividad física, las cifras de HbA1c, la composición corporal y la tensión arterial.