Análisis de los correlatos individuales, familiares y sociales de la violencia en la pareja íntima contra la mujerun estudio comunitario y penitenciario

Résumé

La violencia en la pareja íntima (IPV del inglés intimate partner violence) ha sido ampliamente estudiada desde el análisis de las características de los maltratadores. En este sentido, se distinguen tres grandes áreas de estudio referidas a los aspectos (a) individuales, (b) familiares y (b) socio-comunitarios de los maltratadores. Entre los correlatos individuales de la IPV han destacado los rasgos de personalidad psicopatológicos y en concreto del clúster B de personalidad (antisociales, borderline, histriónicos y narcisistas), el uso y abuso de alcohol y las actitudes sexistas hacia las mujeres, destacando la distinción entre actitudes sexistas hostiles y benevolentes. En cuanto a los correlatos familiares se ha hecho hincapié en la exposición a la violencia en general y la IPV en particular en la familia de origen como factor de riesgo de la futura perpetración de IPV. Sin embargo, aproximaciones más recientes han destacado la necesidad de ahondar en aspectos más sutiles de los conflictos en la familia de origen. Finalmente, entre los correlatos socio-comunitarios se ha observado la necesidad de tener en cuenta aspectos concretos del vecindario o comunidad, así como variables macro-sociales. Entre los aspectos comunitarios ha destacado el papel que el desorden social juega en la perpetración de IPV además de la violencia general. Por su parte, se ha observado que los índices de igualdad y de desarrollo de los países tienden a relacionarse con la IPV. A pesar de que todas estas áreas han sido ampliamente estudiadas, rara vez se han llevado a cabo estudios integradores que contemplen las relaciones entre todas ellas de acuerdo a las aproximaciones integradoras. En el presente trabajo se han llevado a cabo tres estudios de las características de los maltratadores y su relación con la perpetración de IPV siguiendo modelos integradores de esta forma de violencia. Para ello se ha tenido en cuenta, además, el debate sobre la etiología común y particular de la IPV que tradicionalmente se ha planteado desde la contraposición entre la perspectiva de género y la perspectiva de violencia. Los resultados muestran de forma general la necesidad de tener en cuenta modelos integradores que den cuenta del efecto que los factores de riesgo a distintos niveles tienen sobre la perpetración de VPI. En el primer estudio, se observa en muestra penitenciaria que la mayoría de los maltratadores cometen además otras formas de delitos y que no difieren de los delincuentes violentos que no han perpetrado IPV contra sus parejas. En el segundo, realizado con muestra comunitaria, se confirma que la también la violencia en general es un predictor clave, en consonancia con los resultados del estudio uno. Finalmente, en el estudio tres se observa que al tener en cuenta variables a nivel individual, familiar y socio-comunitario, así como el rol mediador de las actitudes positivas hacia el abuso de la pareja, la relación que aspectos básicos en algunas perspectivas (p. e. sexismo hostil) con la IPV se ve moderada por las relaciones con el resto de variables. Los resultados obtenidos en la presente investigación apoyan de forma general la perspectiva de la violencia y de la etiología común de la IPV. A los datos obtenidos en muestra penitenciaria donde los maltratadores generalistas suponen la mayoría, los resultados con muestra comunitaria, sin distinguir entre maltratadores especialistas y generalistas, muestran la relevancia de tener en cuenta la generalidad de la violencia en la perpetración de IPV: Sin embargo, estos resultados no niegan la existencia de existencia de maltratadores especialistas, son indicadores que probablemente la mayoría de maltratadores en medio comunitario también sean generalistas. Los resultados aquí obtenidos respaldan, además, la necesidad de tener en cuenta modelos integradores de la IPV que tengan en cuenta la relación entre los distintos factores de riesgo de la IPV al predecir la perpetración de IPV. Sin negar la relevancia de variables concretas que han sido nucleares en modelos específicos (p. e. el sexismo), se observa que su efecto sobre la perpetración de la IPV está modelado por otras variables propias de otros niveles (p. e. desorden social). Estos resultados permiten un conocimiento más preciso de los mecanismos explicativos de la IPV. Intimate partner violence (IPV) has been broadly studied analyzing batterers' characteristics. Three big areas of study are distinguished referring to (a) individual, (b) family, and (c) socio-community variables of batterers. Among individual correlates of IPV, the role of psychopathological personality traits and especially cluster B (antisocial, borderline, narcissistic, and histrionic) personality traits, use and misuse of alcohol, and sexist attitudes toward women, being particularly important the distinction of hostile and benevolent sexism, have been pointed out as more relevant risk factors of IPV perpetration. In relation to family, exposure to violence in family-of-origin has been deeply studied as the key factor of IPV. Nevertheless, more recent approaches have pointed out the necessity to consider more subtle forms of family conflict in addition to exposure to family violence. Finally, the relevance of socio community factors has been distinguished between specific characteristics of the neighborhood and macro-social variables. Particularly relevant in among community studies, the relation between community social disorder with IPV have been pointed out. Regarding macro-social levels, gender equality and human development levels of country have been related to rates of IPV. Despite of all those areas that have been deeply studied, researches rarely carried out integrative studies considering the relation between different level risk factors according to ecological approaches. In present work, three studies of batterers characteristics have been carried out considering its relationship with IPV perpetration basing on integrative models. To do that, the debate of common and particular etiology of IPV traditionally related to violence and gender perspectives have been considered. Generally, results obtained show the necessity to consider integrative models to analyze the effect of different level risk factors on IPV perpetration. In the first study, no statistical differences have been found between generalist batterers and generally violent men who did not perpetrate IPV. In the second study, the key role of general violence of IPV perpetration has been found accordingly with results obtained in the first study. In the third study, the effect of considering different level variables as well as mediational role positive attitudes toward abuse against a partner on the effect of specific risk factors (e. g. sexism) on IPV has been observed. Results obtained in present work generally support violence and the common etiology perspective of IPV. Results obtained with penitentiary samples, where generalist batterers are the majority, have been supported by results obtained with a community sample. Those results show the relevance to consider general violence in IPV perpetration. Nevertheless, those results do not deny the existence of specialist batterers but indicate that most batterers in community context are generalist as occurs in penitentiary context. Furthermore, results support the necessity of considering integrative models of IPV, considering the relationship between different level risk factors of IPV perpetration. Those models do not deny the relevance of specific variables (e. g. sexism) considered core variables in specific approaches. Basing on those models, the specific role of specific variables on IPV perpetration when other factors are considered.