El cambio climático y la conservación del oso pardo

  1. Alberto Navarro Gómez 1
  2. Juan Carlos García Codrón 2
  3. Pedro Álvarez-Álvarez 3
  4. Fernando Ballesteros 4
  5. José Vicente López-Bao 3
  1. 1 Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UO/CSIC/PA). Universidad de Oviedo
  2. 2 Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio. Universidad de Cantabria
  3. 3 Departamento de Biología de Organismos y Sistemas. Escuela Politécnica de Mieres. Universidad de Oviedo
  4. 4 Fundación Oso Pardo
Libro:
Osos cantábricos . Demografía, coexistencia y retos de conservación
  1. Guillermo Palomero (ed. lit.)
  2. Fernando Ballesteros (ed. lit.)
  3. Juan Carlos Blanco (ed. lit.)
  4. José Vicente López-Bao (ed. lit.)

Editorial: Lynx Edicions

ISBN: 978-84-16728-45-9

Año de publicación: 2021

Páginas: 125-158

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

El escenario actual de cambio climático puede ocasionar diferentes impactos sobre las especies, desde sus genes hasta su fisiología y comportamiento, pasando por las interacciones entre ellas. A consecuencia del calentamiento global, la literatura científica sugiere que los osos pardos serán más activos durante el invierno, pasando menos tiempo hibernando, y tenderán a alimentarse en zonas más humanizadas. La información sobre los efectos del cambio climático en la distribución y la producción de especies vegetales de interés trófico para el oso pardo cantábrico permite esperar reducciones en algunas especies importantes como el haya o el arándano, aunque otras especies como el castaño o los robles mediterráneos pueden verse favorecidas en determinadas situaciones. Considerando las incertidumbres existentes, la falta de información sobre otros árboles y arbustos, los efectos no lineales del cambio climático y la capacidad de adaptación de las especies, es esperable que el oso cantábrico encuentre suficientes recursos tróficos en los escenarios previstos. De hecho, ya se han registrado en la Cordillera Cantábrica alteraciones en la alimentación asociadas al cambio climático durante las últimas décadas. Por otra parte, el cambio climático sólo se considera como amenaza en 11 de 49 documentos de gestión o conservación del oso pardo en el mundo, y de ellos sólo dos contemplan medidas de gestión y ninguno de ellos indicadores para dichas medidas. Más allá de la importante necesidad de favorecer la conservación y restauración de hábitats, y garantizar la conectividad ecológica de los núcleos oseros, es imprescindible la gestión del factor humano como principal amenaza a la conservación del oso cantábrico en un contexto de cambio climático.