Análisis del veredicto del tribunal del jurado en casos de homicidio y asesinato en castilla y león (1995-2017)

Zusammenfassung

La implantación del jurado en España mediante la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado, como método de participación de los ciudadanos en la Administración de Justicia, es un tema bastante discutido y que aún plantea mucha desconfianza entre la población. Por una parte, los partidarios de esta institución alegan que es una garantía de libertades y fomenta la democratización de la Justicia. Por otra, sus detractores consideran que los ciudadanos legos no deberían juzgar sino que ha de ser esta una función exclusiva de los profesionales. Los casos más mediáticos de asesinatos y determinados delitos económicos reabren el debate social acerca del jurado y provocan cierto escepticismo en la fiabilidad de sus miembros, sobre todo si se produce algún error en su veredicto. Los delitos contra la vida son los más execrables y los que se castigan con mayores penas en nuestro Código Penal, motivo por el que cabe preguntarse si unos hechos tan graves y que, hoy en día pueden llegar a penarse con prisión permanente revisable, son los idóneos para ser juzgados por ciudadanos. El hecho de que estos casos de asesinato, con los que la sociedad se sensibiliza especialmente, aparezcan con tanta frecuencia en los medios de comunicación, provoca que no podamos evitar que el jurado conozca múltiples detalles de los procedimientos, lo que siembra la duda acerca de si es el organismo más adecuado para enjuiciar a una persona por un delito tan grave. En este contexto y ante esa duda nos planteamos dos cuestiones que desarrollaremos a lo largo de la investigación: • Por un lado, si realmente el veredicto que emiten los jurados en delitos de homicidio y asesinato es de culpabilidad en más ocasiones, al existir esa percepción general de que estos tipos ilícitos no se castigan con la suficiente dureza. • Y, por otro, no solo si los jurados son especialmente severos en su veredicto votando más veces por la culpabilidad que por la no culpabilidad, sino la posibilidad de compararlos con los jueces y ver quiénes son más estrictos, si los legos o los profesionales, o si lo que sucede es que en los mismos casos actúan de igual manera.