La perfilación criminal en homicidiosimplicaciones prácticas en el ámbito policial y educativo

  1. PECINO LATORRE, MARÍA DEL MAR
Supervised by:
  1. María del Carmen Pérez Fuentes Director
  2. Rosa María Patró Hernández Co-director

Defence university: Universidad de Almería

Fecha de defensa: 19 December 2019

Committee:
  1. José Jesús Gázquez Linares Chair
  2. María del Mar Molero Jurado Secretary
  3. José Carlos Núñez Pérez Committee member

Type: Thesis

Teseo: 610734 DIALNET

Abstract

El estudio del homicidio ha suscitado un gran interés académico y profesional, no sólo por ser la manifestación más violenta del comportamiento criminal, sino también por su impacto en el ámbito psicosocial, político y socioeconómico de un país (Ganpat, Granath, Hagstedt, y Kivivuori, 2011; Ministerio del Interior, 2018). De hecho, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito considera el delito de homicidio como un potente indicador para determinar la violencia y representar los niveles de seguridad de un Estado (United Nations Office on Drugs and Crime, 2014, 2015). Desde años precedentes, el panorama del homicidio a nivel internacional se ha mantenido relativamente estable, registrándose en el continente americano más de la mitad de los homicidios cometidos en todo el mundo, mientras que Europa presenta la tasa de homicidio más baja del mundo (Eurostat, 2016; United Nations Office on Drugs and Crime, 2016). Por su parte, España se sitúa por debajo de la media europea, presentando una tendencia descendente a lo largo de los últimos años que no supera los 400 homicidios al año, con una tasa de esclarecimiento policial de más del 75% (Sistema Estadístico de Criminalidad, 2017). En las últimas décadas, las tendencias de estudio en homicidios han evolucionado notablemente, produciéndose un cambio respecto al uso de las teorías criminológicas que se han utilizado tradicionalmente para interpretar las variaciones de las cifras de los homicidios (Koeppel, Rhineberger-Dunn y Mack, 2015; Trent y Pridemore, 2012), también, respecto a la metodología y los procedimientos estadísticos utilizados, aumentando significativamente el empleo de análisis estadísticos más sofisticados como las técnicas multivariantes (Kivivuori, Suonpää y Lehti, 2014). Igualmente, se ha señalado la necesidad de profundizar en el conocimiento de aspectos concretos de los homicidios más que en busca de asociaciones generales (Ioannou y Hammond, 2015). En este sentido, la investigación actual se ha orientado hacia el estudio de los factores de riesgo asociados a la etiología de los homicidios (Abreu, Barker y Bedford, 2017; Botelho y Gonçalves, 2016; Farrington, Loeber y Berg, 2012), la diferenciación y clasificación de los homicidios y sus autores (Gerard, Whitfield, Porter y Browne, 2016; Higgs, Carter, Tully y Browne, 2017; Ioannou, Hammond y Simpson, 2015; Sorochinski y Salfati, 2010) y la victimología (Almond, Mcmanus y Ward, 2014; Myers, Chan, Mariano, Safarik y Geberth, 2017; Sorochinski y Salfati, 2019; Sturup y Granath, 2015). Igualmente, desde un enfoque más práctico y aplicado a la investigaciones policiales, los trabajos se han centrado en la predicción, en concreto, en la técnica de la perfilación criminal (Canter, 2004, 2010b; Canter y Youngs, 2009). La perfilación criminal se concibe como una técnica auxiliar al servicio de la investigación criminal, dirigida a servir de ayuda en la identificación y detención de delincuentes. A pesar de que no se encamina a identificar a una persona en concreto, permite predecir las posibles características de autores desconocidos a partir del análisis de los diferentes elementos del crimen (Farrington y Lambert, 2007; Garrido, 2012; González-Álvarez, Sotoca y Garrido, 2015). A lo largo de la historia de la perfilación criminal, han sido cuatro las corrientes de pensamiento que han contribuido a su desarrollo, diferenciadas por el enfoque metodológico empleado para la elaboración de las inferencias. Así, el Crime Investigation Analysis, la Investigative Psychology y el Crime Action Profiling se han caracterizado por utilizar una metodología inductiva, centrada en el estudio de grandes volúmenes de casos esclarecidos y extraer perfiles para establecer tipologías delictivas, mientras que el Behavioral Evidence Analysis se ha basado en una metodología deductiva aplicada al estudio de caso único (Hicks y Sales, 2006; Kocsis, 2006a). Actualmente, la mayoría de la investigación en perfilación criminal sobre homicidios se centra en comprobar la hipótesis de la consistencia y la hipótesis de la homología. Por un lado, las investigaciones orientadas a comprobar la hipótesis de la consistencia se han centrado en analizar la similitud entre la conducta criminal y la conducta habitual (no criminal) (Crabbé, Decoene y Vertommen, 2008), en el estudio de las carreras delictivas de los delincuentes, la especialización y la versatilidad criminal (Trojan y Salfati, 2016; Youngs, Ioannou y Eagles, 2016) y en el estudio de la estabilidad de comportamiento a lo largo de una serie criminal (Linkage Analysis) (Salfati, Horning, Sorochinski y Labuschagne, 2015; Salo et al., 2013). Por otro lado, las investigaciones orientadas a comprobar la hipótesis de la homología se han interesado en determinar las características que vinculan los delitos con el agresor, bien sin inferir características o constructos psicológicos (aproximación directa) o identificando contenidos psicológicos subyacentes en el crimen (aproximación directa) (Crabbé et al., 2008). Desde esta perspectiva se ha promovido el desarrollo de sistemas de clasificación de los homicidios para hacer más riguroso el proceso de generación de perfiles criminales, permitiendo establecer relaciones entre el delito y las características de los agresores que tengan un carácter aplicado a las investigaciones criminales (Canter y Youngs, 2012a; Goodlad, Ioannou y Hunter, 2018; Horning, Salfati y Labuschagne, 2015; Kocsis, Cooksey y Irwin, 2002b; Taylor, Cahillane y Workman, 2017). En este contexto surge el modelo Instrumental/Expresivo y el modelo de Sistema de Acción, resaltando la importancia de desarrollar tipologías de homicidios con un importante fundamento teórico y una fuerte carga metodológica, que ofrezcan una explicación del comportamiento violento, de las dinámicas interpersonales entre víctima-autor y permita diferenciar temáticamente las acciones realizadas por el agresor en el homicidio (Fritzon y Brun, 2005; Fritzon y Garbutt, 2001; Salfati, 2000; Salfati y Canter, 1999). En este sentido, la presente Tesis Doctoral se plantea como un trabajo de investigación sobre la temática de la perfilación criminal aplicado a los delitos de homicidios, y como objetivo general trata de aportar información empírica sobre las principales características de los homicidios simples en España y cómo pueden ser diferenciados e interpretados desde una perspectiva psicológica, estableciendo conexiones entre las características de los homicidios y las características de los autores conocidos como base necesaria para hipotetizar el perfil del autor/es desconocido ante nuevos casos. Las técnicas estadísticas empleadas han sido seleccionadas teniendo en cuenta los objetivos específicos previstos. De este modo, en una primera fase se ha realizado un análisis descriptivo básico, a nivel univariante y bivariante para tener una visión global del fenómeno del homicidio en un nuestro país. Seguidamente, se utilizaron los árboles de clasificación para predecir las características más probables del autor de homicidio simple a partir del análisis de las características de los homicidios, el modus operandi y las características de las víctimas. Seguidamente, se aplicaron técnicas exploratorias multivariantes con el objetivo de comprender desde una perspectiva psicológica las acciones realizadas por el autor en la escena del crimen para finalmente establecer tipologías de homicidios basadas en el escalamiento multidimensional y en metodologías de clustering. Este tipo de investigaciones genera un mayor conocimiento sobre el fenómeno del homicidio en España, contribuyendo a reforzar entre la población una percepción de seguridad y una valoración positiva de la eficacia de los cuerpos policiales. Asimismo, los resultados de este trabajo pueden tener principalmente tres aplicaciones prácticas. La primera durante la investigación policial, aunque la tasa de esclarecimiento de los homicidios en nuestro país es muy elevada y sería difícil incrementarla, puede ayudar a establecer una serie de prioridades en la búsqueda de sospechosos, reducir los tiempos de esclarecimiento policial y las inversiones económicas destinadas a las investigaciones criminales; también, para guiar una entrevista policial y adoptar una estrategia de interrogatorio concreta que facilite la confesión del crimen. La segunda está relacionada con la formación del nuevo personal que acceda a unidades especializadas en investigación de homicidio de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La tercera y última trata sobre las implicaciones prácticas en el ámbito educativo, destinadas a la prevención de la delincuencia y futuros crímenes violentos