¿Es útil el ejercicio en el tratamiento de la espondilitis anquilosante?

  1. Alejandra López Robles
  2. Rubén Queiro Silva
  3. Marta Sánchez Menéndez
  4. Mercedes Alperi
  5. José Luis Riestra Noriega
  6. Francisco Javier Ballina García
Revista:
Seminarios de la Fundación Española de Reumatología

ISSN: 1577-3566

Año de publicación: 2008

Volumen: 9

Número: 2

Páginas: 96-104

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/S1577-3566(08)74926-1 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a varones jóvenes y puede dar clínica tanto articular como extraarticular, incidiendo así en la calidad de vida de los individuos que la padecen. El tratamiento de la EA se compone de 3 pilares básicos: médico, quirúrgico y físico-rehabilitador. Dentro del tratamiento físico-rehabilitador se incluyen diferentes disciplinas: hidroterapia, electrotermoterapia, masoterapia, reposo, ergoterapia y cinesiterapia, de las que la última es la más importante. Con la cinesiterapia se trata de mantener los recorridos funcionales articulares mediante el movimiento. Consiste en ejercitar, en función de la etapa de la enfermedad en que se encuentre el paciente, tanto las articulaciones periféricas como el esqueleto axial, mediante rehabilitación, ejercicios respiratorios y la práctica de deportes suaves aeróbicos. Aunque es difícil comparar los estudios publicados acerca de si este tipo de intervenciones son útiles en el tratamiento de la EA, la revisión de la literatura dice que la combinación de ejercicios acuáticos es mejor que la fisioterapia grupal supervisada, la cual, a su vez, es mejor que los ejercicios domiciliarios individualizados. Diversos factores extrínsecos influyen en lo anteriormente descrito. Lo que está claro es que los beneficios existen mientras el ejercicio es mantenido en el tiempo.