Influencia de los parámetros somatométricos en la evolución neuropsicológica de los grandes prematuros

Resumen

El niño prematuro con bajo peso al nacimiento presenta alteraciones morfológicas y funcionales que le predisponen a presentar complicaciones en su desarrollo cognitivo y somatométrico. Las alteraciones del funcionamiento neuropsicológico en el prematuro subyacen a los problemas académicos y de la conducta. Estos problemas pueden poner en peligro la estabilidad familiar, sobre todo, si esta no dispone de recursos propios o externos para afrontar la situación. Por todo ello nos propusimos valorar el desarrollo conductual, neuropsicológico y somatométrico a los 5-7 años en una cohorte de niños < 1500 gramos al nacimiento y estudiar la disfuncionalidad y estrés familiar de sus padres. Empleamos el “Test de Inteligencia breve de Reynolds” (RIST) para evaluar su desarrollo intelectual y las diversas pruebas de la batería NEPSY-II para evaluar la flexibildad cognitiva, la memoria y las relaciones visoespaciales. Los problemas de conducta fueron evaluados con el cuestionario BASC “Sistema de Evaluación de la Conducta de Niños y Adolescentes”. Estudiamos las características de las familias través de la “Escala de Estrés Parental”, “Test de APGAR Familiar”, “Escala de sobrecarga del cuidador Zarit modificada” y “Cuestionario Graffar”. Recogimos talla, peso y calculamos el índice de masa corporal (IMC) para evaluar la influencia de las variables somatométricas. En cuanto al desarrollo neuropsicológico y conductual, los procesos alterados en la población de prematuros han resultados ser la inhibición, memoria a corto y largo plazo y orientación visoespacial. Además, los niños prematuros presentan más problemas de hiperactividad, atipicidad, conductas internalizantes y adaptabilidad. Existen diferencias en función de la edad, ya que los niños de 5 años presentan mayor tendencia a la hiperactividad y conductas internalizantes. A mayor edad del sujeto, hay mayor tendencia a la atipicidad, exteriorización de conductas y habilidades adaptativas, siendo el grupo de niños de 6 años el que destaca en estas dos últimas conductas. En relación a la valoración somatométrica, el 85% de los niños pequeños para su edad gestacional de esta muestra realizan su crecimiento recuperador en los dos primeros años de vida. Encontramos relación estadísticamente significativa entre el peso actual y la flexibilidad cognitiva ya que cometen menos errores los niños con peso > -2DS. A su vez, encontramos relación entre la talla actual y la flexibilidad cognitiva, memoria y orientación visoespacial, resolviendo mejor las tareas y cometiendo menos errores los niños con talla > -2DS. Encontramos relación entre la talla actual y la puntuación directa de hiperactividad. Los casos con talla actual menor de -2Ds puntúan más alto en hiperactividad. En cuanto a la familia, no se encuentran diferencias entre las familias en los niveles de estrés o disfunción familiar salvo en el caso de comparaciones entre el grupo de padres con hijos con alteraciones neurológicas diagnosticadas en el momento del estudio que muestran puntuaciones más altas en el test de APGAR familiar y el la escala de sobrecarga del cuidador de Zarit. Con todo ello, podemos concluir que los prematuros de muy bajo peso al nacer (<1.500 gramos) presentan un peor rendimiento en las funciones neuropsicológicas de inhibición, flexibilidad cognitiva, memoria y orientación espacial y más tendencia de hiperactividad y conductas internalizantes. Los niños que presentan un peso y una talla actual por encima de -2DS tienen mejor control inhibitorio, mejores capacidades visoespaciales y mejor memoria, influyendo más en todas estas capacidades la talla en vez del peso. No se aprecian influencias en cuanto al IMC. Los prematuros con una talla inferior a las -2DS presentan más riesgo de hiperactividad. Las familias de este estudio no presentan altos niveles de estrés o disfuncionalidad familiar.