Modelos de gestión del territorio, paisaje y biodiversidad en un espacio de montañala reserva de la biosfera de redes
- Felipe Fernández García Director
- Rocío Rosa García Co-director
Defence university: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 22 July 2019
- Rafael Mata Olmo Chair
- Amalia Maceda Rubio Secretary
- Ramón J. Reiné Viñales Committee member
- Luis Carlos Martínez Fernández Committee member
- Carmen Rodríguez Pérez Committee member
Type: Thesis
Abstract
En el marco de esta tesis doctoral se ha realizado un estudio integral, desde una perspectiva multidisciplinar, de las relaciones existentes entre los modelos de gestión de territorio y los paisajes asociados en la Reserva de la Biosfera de Redes. El estudio del medio físico reveló la compartimentación de las actividades en el espacio, atendiendo a condicionantes altitudinales (áreas altas y bajas) y orográficos (crestas y surcos), y en el tiempo en respuesta a la marcada estacionalidad climática. Así, la variedad de recursos naturales se organizan en pisos bioclimáticos que condicionan el diseño de sistemas de aprovechamiento complementarios en un espacio con una vocación productiva principal agrosilvopastoral. El estudio de la población reveló la incapacidad del grupo humano por cantidad y por calidad (envejecimiento) de asumir el reto de la conservación de los paisajes heredados. Se concluyó que el riesgo de desertización demográfica del territorio es mayor que el que presentan las cifras oficiales. Para reconstruir el modelo tradicional se desarrolló un novedoso método que combinó diferentes fuentes y técnicas: fotografía área y terrestre histórica, ordenanzas locales y trabajo de campo con la población de avanzada edad. Se fijó por primera vez a escala de detalle un complejo sistema de gestión territorial de las unidades de aprovechamiento, basado en el conocimiento ecológico local y plasmado en un paisaje en mosaico por vocación ecológica y tradición productiva. Durante la transición rural las comunidades locales pierden el control definitivo sobre el espacio propio, se consolida su descomposición social y se desarticulan las unidades tradicionales de gestión. La simultánea especialización productiva inalcanzable en territorios de vocación ecológica multifuncional y la entrada de nuevas actividades en ventaja comparativa sobre las tradicionales, avivan el éxodo rural, repercuten negativamente en la economía local, desencadenando todos estos procesos cambios drásticos en los paisajes. En este nuevo contexto Redes adquiere una condición de “espacio reserva” y “rural profundo” que lo convierten en un “espacio asistido” por necesidad en el modelo actual de gestión del territorio. Nuevas figuras de protección (Parque Natural y luego Reserva de Biosfera, etc.) y un grupo de acción local son implementados para tratar de revertir esta situación. El estudio de los Planes Rectores de Uso y Gestión diseñados conjuntamente para ambas figuras revela deficiencias notables en el diagnóstico de la situación, desigual atención a aspectos culturales y ambientales y un déficit de participación de la población local, entre otros. El grupo de acción local necesita una redefinición de sus estrategias para mejorar las condiciones estructurales que permitan el emprendimiento rural en igualdad de condiciones que el urbano. En este contexto la apuesta por el sector terciario como motor de desarrollo rural no resuelve los graves problemas socioeconómicos heredados, es incapaz de revertir la tendencia negativa del empleo e incluso en ocasiones entra en contradicción con los objetivos de los espacios protegidos, incluyendo la conservación de los paisajes y su agrodiversidad. El estudio de la evolución del paisaje revelo que éste está perdiendo su carácter en mosaico debido a las dinámicas dominantes: entrada de nuevos elementos, pérdida de elementos culturales, pratificación del terrazgo, matorralización y reforestación natural. Estos procesos desembocan en un cierre gradual del paisaje y en una pérdida de agrobiodiversidad y de otros servicios ecosistémicos. El análisis territorial integral planteado desde la óptica del paisaje es una potente herramienta para diseccionar los modelos de gestión, revelar contradicciones y detectar factores de cambio. Trabajar desde este punto de vista ha permitido entender el territorio, y por ende el paisaje como expresión formal, como un sistema funcional en constante evolución, producto en gran medida de los cambios socioeconómicos que se van solapando en el espacio y en el tiempo.