El relieve de la Cordillera Cantábrica

  1. Alonso Alonso, Juan Luis 1
  2. Álvarez Pulgar, Francisco Javier 1
  3. Pedreira Rodríguez, David 1
  1. 1 Universidad de Oviedo
    info

    Universidad de Oviedo

    Oviedo, España

    ROR https://ror.org/006gksa02

Revista:
Enseñanza de las ciencias de la tierra: Revista de la Asociación Española para la Enseñanza de las Ciencias de la Tierra

ISSN: 1132-9157

Año de publicación: 2007

Volumen: 15

Número: 2

Páginas: 151-163

Tipo: Artículo

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Resumen

La Cordillera Cantábrica constituye la prolongación occidental de los relieves Pirenaicos y es el resultado de la colisión alpina entre la placa Euroasiática y la microplaca Ibérica. En el borde norte de la microplaca Ibérica la compresión actuó en dirección aproximadamente N-S y produjo principalmente cabalgamientos y pliegues asociados que han dado lugar a los rasgos más destacados del relieve actual. El sector central de la cordillera (Macizo Asturiano) presenta las mayores elevaciones (Picos de Europa, 2648 m) y consiste en una extensa área levantada por efecto de un gran cabalgamiento de basamento despegado en la corteza media. En el sector oriental (Vasco-cantábrico), algunas de las principales sierras fueron producidas por trenes de pliegues desarrollados sobre las rampas de los cabalgamientos. Las mayores elevaciones (Castro Valnera, 1717 m) se encuentran en el flanco meridional del anticlinal de Bilbao, donde las rocas carbonatadas cretácicas resaltan sobre las series siliciclásticas más antiguas por un fenómeno de erosión diferencial. En el sector occidental o gallego, la deformación alpina va desapareciendo progresivamente. Las principales estructuras alpinas son fallas de desgarre con un component inverso, algunas todavía activas, que han dado lugar a relieves de cierta entidad. Los principales cabalgamientos alpinos de la Cordillera Cantábrica dejaron de ser activos en el Mioceno Tardío, aunque durante los últimos 1-2 millones de años se ha seguido produciendo una elevación regional que queda registrada en la presencia de terrazas marinas pleistocenas elevadas frente a la línea de costa.