Vida y obra del pintor Jesús Olasagasti Irigoyen

  1. López de Sosoaga Betolaza, María Jesús
Dirigida por:
  1. María del Carmen Alonso Pimentel Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Deusto

Fecha de defensa: 09 de octubre de 2015

Tribunal:
  1. Francisco Javier de la Plaza Santiago Presidente/a
  2. Asunción Urzainki Mikeleiz Secretario/a
  3. Edorta Kortadi Olano Vocal
  4. María Soledad Álvarez Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El pintor Jesús Olasagasti Irigoyen nació en San Sebastián en 1907 donde también falleció en 1955, ya que nunca quiso abandonar la capital guipuzcoana a pesar de que recibió propuestas muy interesantes para trabajar en Madrid o Bilbao. Es uno de los pintores más importantes que ha dado San Sebastián en el siglo XX y miembro de la "Tercera Generación de Pintores Vascos" o "Generación Perdida", formada por aquellos artistas que quisieron alejarse de la pintura etnográfica y acercarse a las vanguardias europeas aunque de forma atenuada. La Guerra Civil truncó la trayectoria vital y artística de esta generación de pintores ya que algunos murieron en ella, otros tuvieron que exiliarse, y los que se quedaron como Olasagasti en la posguerra tuvieron que dedicarse al bodegón, al paisaje o al retrato, una pintura poco comprometida y alejada de las vanguardias, y Olasagasti eligió el retrato como pintura de supervivencia. En los años treinta su papel como dinamizador cultural del San Sebastián vanguardista fue tan importante como su labor pictórica. Jesús Olasagasti y el arquitecto Aizpurua, entre otros, fueron los organizadores de las importantes exposiciones vanguardistas que patrocinadas por el Ateneo Guipuzcoano tuvieron lugar en San Sebastián en los años treinta y treinta y uno. Igualmente fue uno de los fundadores de la sociedad de artistas GU. En la trayectoria de su obra artística hay tres etapas claramente diferenciadas, la primera y más importante es la anterior a la Guerra Civil. Son sus años de aprendizaje con Martiarena, Tellaeche y sobre todo con Vázquez Díaz, en los que el artista tenía un estilo renovador que le auguraba una carrera muy prometedora. La 2ª etapa corresponde a los años posteriores a la contienda en los que Olasagasti elige el retrato como su principal "modus vivendi", y la 3ª etapa de 1950 a 1955 la que llamamos de "Luces y Sombras" es muy breve pero muy interesante, ya que pinta su única marina, unos retratos espléndidos, y sus obras participan en las Bienales Hispanoamericanas de Madrid y Barcelona, pero su salud estaba muy deteriorada y su final prematuro el 5 de agosto de 1955 impidió que llegara a ser la figura que todos esperaban en la pintura vasca, "el delfín de Zuloaga".