Las parroquias de Oviedo en los siglos XIII al XV
- MAGADÁN COSÍO, RUBÉN
- Miguel Calleja Puerta Director
Defence university: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 20 July 2017
- José Ramón Díaz de Durana Ortiz de Urbina Chair
- María Álvarez Fernández Secretary
- Carlos Manuel Reglero de la Fuente Committee member
Type: Thesis
Abstract
La denominada "parroquia clásica" emerge en el occidente medieval europeo al calor del reformismo gregoriano, con dos claros objetivos, tejer una trama de iglesias que amparasen las necesidades espirituales de la comunidad de fieles y establecer un férreo control diocesano de las mismas. Los atributos que van a caracterizar este modelo parroquial se concretan en tres tipos, primeramente aquellos relacionados con la estructuras físicas, es decir los edificios y espacios necesarios para el culto: la fábrica de la iglesia. Un espacio propicio para que los feligreses acudan a la celebraciones religiosas, sumado a otros elementos ineludibles para el desempeño de los principales sacramentos. La pila bautismal, el altar y el cimiterium se convierten en componentes inexcusables a toda parroquia. Desde los cánones sinodales y conciliares más antiguos se ha venido incidiendo en la necesidad de un manso parroquial, o predios circundantes y de titularidad parroquial que garantizasen la manutención del clero responsable en la parroquia. Con el paso del tiempo, el patrimonio parroquial, fundamentado en heredades rústicas u otros inmuebles o solares urbanos, se fue acrecentando fruto de las donaciones pro anima de sus feligreses. Por otro lado, otro componente fundamental será el propio clero parroquial. Los presbíteros vinculados a una parroquia tendrán como objetivo primordial garantizar la cura animarum de la comunidad de feligreses. Oficiar la eucaristía dominical y celebrar el calendario festivo o sacralizar los principales ritos de paso del individuo cristiano: bautismo, sepelio y aniversarios, se convierten en su cometido primordial. En las iglesias parroquiales con mayores recursos se conforma una suerte de cabildo parroquial con el cura parroquial, sumado a otros presbíteros auxiliares y sacristanes. La clerecía vinculada a una parroquia determinada, como es lógico, forma también parte de la sociedad coetánea, desarrollando su perfil más secular. Poseen un patrimonio particular que gestionan conforme a su criterio, se relacionan con otros colectivos e instituciones con las que comparten solar, tienes relaciones maritales, descendencia, etc. Para concluir, el tercer elemento indispensable en el desenvolvimiento de cualquier parroquia es el componente humano destinatario de las labores pastorales: los feligreses. Los parroquianos son ante todo elementos generadores de rentas. El diezmo se instituye como la principal tasa impositiva cuyo centro recaudatorio se establece en la parroquia. Pero no fue la única, un importante elenco de oblaciones y donaciones van a ser captadas por la clerecía e instituciones parroquiales abonadas por la masa de feligreses. Los conflictos generados en torno a las rentas parroquiales, no solo motivados por la renuencia de los parroquianos a su contribución, si no también, y si cabe más importantes, entre aquellos particulares o instituciones que se arrogan la facultad de captar tales beneficios. El propósito de nuestra investigación Las parroquias de Oviedo en los siglos XII al XV, se centra en plasmar todo ese proceso de implantación de la parroquia clásica en el bajomedievo tomando como marco de referencia la evolución del caso particular de las parroquias ovetenses: San Tirso, San Juan, San Isidoro y Santa María de la Corte.