Museo de bellas artes y otras instituciones de comunicación cultural. Ordenación jurídica
- MACIÁ BOBES, RAMÓN
- Isabel Ruiz de la Peña González Directora
Universidad de defensa: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 26 de septiembre de 2017
- Leopoldo Tolivar Alas Presidente
- José Alberto Moráis Morán Secretario/a
- Alfonso Palacio Álvarez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La tesis tiene carácter interdisciplinar, ya que por un lado aborda el concepto de museo desde una perspectiva histórica y semiótica, cercana al ámbito del arte, y por otro estudia las formas posibles de su gestión jurídica y su compatibilidad o incompatibilidad con los caracteres del concepto previamente determinado. Esta dualidad hace que la tesis se estructure en dos partes claramente diferenciadas. El concepto de Museo es sustancialmente histórico y evolutivo, como lo es la cultura y todo lo relacionada con ella, puesto que es histórico su creador, el hombre. La tesis se detiene en los cambios más destacados que ha ido experimentando el museo a lo largo de la historia. Para una mejor conceptuación del museo me ha parecido oportuno deslindarlo de otras instituciones de comunicación cultural, tal como se hace constar en el título de la tesis. Estudio los centros culturales, los centros y museos de arte contemporáneo, los Kunsthalle o centros de producción artística, los centros de interpretación y las colecciones museográficas en un intento de ver las semejanzas y diferencias con los museos. Para la determinación del concepto de museo se parte de las definiciones propuestas por los organismos internacionales, por la legislación de la UE y su trasposición al ordenamiento español, por la legislación estatal y de las Comunidades Autónomas y por las diferentes posturas doctrinales que las explican. Cada Comunidad Autónoma tiene su propia ley de patrimonio cultural, y en la mayoría de ellas también se ha legislado específicamente sobre los museos. Esta acumulación normativa, salvo por la justificación competencial, no se explica por el contenido ya que no difieren mucho unas de otras y siguen, en mayor o menor medida, la legislación emanada de los organismos internacionales o de la propia legislación estatal. Pese al tiempo transcurrido entre la publicación de la ley estatal y las de las diferentes Comunidades Autónomas, éstas no destacan la función comunicativa, salvo excepciones que analizamos. En general se alude a la función comunicativa a través de las diferentes formas de presentación de los objetos, es decir partiendo de la museología que es uno de los medios empleados para facilitar la comunicación, pero no el único. Se estudian las funciones que el museo tiene asignadas según la legislación actual y aquellas otras que está llamado a desempeñar, con estudio individualizado de la que tal vez revista mayor importancia en los tiempos actuales: la exposición. Con la exposición se pretende una comunicación, una proyección cultural hacia el receptor capacitado o preparado para captar el mensaje. La exposición presupone las otras funciones internas del museo (adquisición, conservación, catalogación,investigación, etc.) ya que previamente ha existido una selección de obras de acuerdo con el mensaje que se pretende transmitir. Desde una perspectiva semiótica el cambio mas relevante es la transformación del museo entendido como lugar de depósito al museo entendido como espacio de comunicación. Algunas leyes autonómicas consideran que con su regulación han superado el concepto tradicional de museo como lugar de depósito y salvaguarda de los bienes culturales. Se contrapone el estatismo de este concepto con el dinamismo de los nuevos museos a través de una actividad cultural viva, comunicativa, interactiva y participativa. El museo-depósito, cuya principal función reconocida era la de conservar el arte, es muy diferente del museo-comunicación, cuya finalidad es, o tiende a ser preferentemente, didáctica, social y específicamente de expresión cultural. No pueden tener las mismas formas de exposición ni las mismas normas de actividad los diferentes tipos de museos, aunque sigan teniendo los mismos fondos y estén ubicados en edificios que mantengan la misma disposición. Sin embargo cabe plantearse las preguntas ¿difiere tanto el concepto clásico del concepto moderno de museo? El objeto expuesto en el museo ¿no determina, en buena medida, las funciones que el museo está llamado a desempeñar? O dicho de otro modo ¿Las funciones y la naturaleza del museo no vendrán condicionadas por el tipo de objetos expuestos? ¿Es posible entender que con independencia del tipo o clase de museo sus funciones serán las mismas? ¿Se podría sostener un concepto unitario de museo teniendo en cuenta la multiplicidad de especies que del género museo existen? La semiótica, como método de investigación de las ciencias humanas, está siendo incorporada al estudio de las obras de arte (semiótica artística) y analiza fundamentalmente los distintos procesos que siguen los objetos culturales desde su creación hasta que son recibidos por el público. Procesos de expresión (creación, emisión), de comunicación (emisor-receptor) y de comprensión o recepción (receptor). La obra de arte mantiene algunos rasgos específicos en todas sus manifestaciones, y quizá su valor mas destacado sea el hecho, reconocido a partir de la escuela americana de los News Critics, de la polivalencia semántica. El receptor o espectador ya no actúa como sujeto pasivo sino activo. Puede encontrar diferentes significados en una misma obra. Los significados que encuentre pueden o no coincidir con el que otro espectador, en el mismo tiempo y lugar, realice. Si los significados hallados tras la interpretación de la obra pueden ser diferentes entre personas que viven en un mismo tiempo es lógico constatar que a lo largo de la historia se le han dado diferentes significados a una misma obra. Se hace necesario contrastar las diferentes interpretaciones tanto sincrónica como diacrónicamente. Mediante la interpretación de las obras se decodifica el arte. La decodificación plantea problemas. Por un lado para comprender o leer la obra son necesario unos conocimientos previos que el espectador puede ya tener (especialista) o puede adquirirlos si se los proporciona la institución museística para que la visita a la exposición no sea un mero recorrido por las salas. Aquí radica la nueva concepción del museo y sus funciones. La función didáctica del museo está llamada a permitir la interactuación entre el emisor y el espectador interesado. Esa característica de “obra abierta” de la creación artística es la que justifica un enfoque semiótico en el estudio de la institución museal, ya que esa característica influye tanto en la conceptuación del museo como en las funciones que está llamado a desempeñar. El nuevo concepto de arte condiciona una nueva idea de museo. El llamado “esquema semiótico básico” está integrado por tres elementos: emisor, obra y receptor y para que exista un proceso semiótico será necesaria la concurrencia de esos tres elementos. Sin embargo la participación y el relieve que se de a esos elementos determinará los diferentes tipos de procesos que se exponen en la tesis doctoral. En este punto insistimos en el gran interés de uno de los rasgos que la crítica literaria moderna ha señalado como específico del texto literario y que es trasladable al cuadro: la polivalencia semántica. La creación artística no responde a un criterio de verdad, como pretendió en algún momento de la historia el arte figurativo, cuya excelencia derivaba de su fidelidad a la Naturaleza mediante el proceso mimético. Hoy se admite que el objeto artístico no se somete al criterio de verdad, porque no tiene referencia, ya que pertenece a un mundo de ficción, y su verdad es intrínseca, no procede de la confrontación arte-naturaleza o arte-arte (renacimiento). La Tesis aborda los diferentes tipos de procesos semióticos (proceso expresivo, comunicativo, significativo, etc.) y se detiene en el más complejo (proceso de transducción) que es plenamente trasladable desde las artes escénicas a las artes plásticas, donde alcanza su interés más elevado. No en vano algunos autores señalan un paralelismo entre la puesta en escena teatral y la exposición de obras de arte. El proceso de transducción adquiere especial trascendencia en el actual concepto de museo donde cada vez cobra mayor importancia el espectador. Se habla de empoderar o apoderar al visitante para significar que el visitante no actúa como sujeto pasivo sino que se convierte en sujeto participativo en la medida en que expresa sus ideas y sus necesidades; sin embargo la participación no se da en las formas sino en el sentido. Una vez expuestos los procesos debemos de determinar cuáles de ellos son susceptibles de darse en la comunicación entre el espectador y la obra de arte entendida como conjunto de signos con significante y significado. Esta conceptuación de la obra de arte, por último, determinará el concepto mas propio y especifico de museo artístico (obras artísticas polisémicas) frente a los museos etnográficos o históricos con obras verdaderas. La segunda parte de la tesis doctoral trata de determinar que formas de gestión jurídica son las mas adecuadas a la institución museística teniendo en cuenta sus caracteres y funciones esenciales señalados. Se parte de que la legislación de la UE conceptúa el museo como un servicio de interés general no económico. Se pretende ver si esa conceptuación difiere mucho de la anterior que consideraba el museo con un servicio público o si por el contrario se puede entender como un cambio puramente terminológico sin mayor trascendencia. A la vista de los diferentes modos de gestión de un servicio público se desea determinar qué formas de gestión jurídica son las más adecuadas a las características de esas instituciones culturales. Por último destacamos que el proceso de transducción señala los sujetos decisivos que la legislación ha de tener en cuenta para organizar las funciones básicas del museo.