Estudio de una muestra penitenciaria española y latinoamericana de la realidad de la psicopatía en prisión
- Francisco Javier Rodríguez Díaz Director
Defence university: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 02 July 2014
- Ramón Arce Fernández Chair
- Juan Herrero Olaizola Secretary
- Rui Abrunhosa Gonçalves Committee member
Type: Thesis
Abstract
INTRODUCCIÓN La salud mental se perfila como una problemática relevante en el interior de nuestras prisiones, destacando por su incidencia los trastornos de personalidad. Entre ellos, la psicopatía ¿ equivalente al trastorno antisocial de la personalidad según DSM o trastorno disocial de la personalidad según CIE, a pesar de que los criterios diagnósticos sean distintos- ha sido uno de los más estudiado por parte de la comunidad científica. Ello, en gran medida, es producto de la alarma social que suscita la gravedad de su comportamiento criminal. Las polémicas que rodean al cuadro clínico de la psicopatía se han centrado en la definición del concepto y sus criterios diagnósticos. El Hare¿s Psychopathy Checklist (PCL), y su versión revisada (PCL-R), que evalúa la presencia de psicopatía en prisión, aunó posturas en la definición de este trastorno. Esta escala de gran influencia a nivel científico y penitenciario, cuenta con un total de 20 ítems que recogen aspectos afectivos, interpersonales ¿que se consideran la esencia de la psicopatía- y de estilo de vida. Una cuarta parte, además, hacen referencia a conducta antisocial. La necesidad de cumplir con estos criterios, para obtener una evaluación positiva, hace que el psicópata integrado en la sociedad, sin un estilo de vida delictivo y que entra en prisión, vaya a pasar desapercibido como tal, para el Sistema Penitenciario. Otras de las polémicas a resolver es la búsqueda de una respuesta a la etiología de la psicopatía, polémica extensible al resto de trastornos de personalidad. En esta Tesis Doctoral destaca la influencia de la familia y el contexto cultural, al mismo tiempo que se preocupa por identificar programas eficacias para la intervención con psicópatas. MÉTODO La muestra total se encuentra conformada por 357 sujetos, que se localizaban en distintos Centros Penitenciarios y países: 241 (67.4%) en España, 65 (18.2%) en México y 51 (14.3%) en Chile. Fueron evaluados mediante: la Ficha Criminológica (Estrada, Rodríguez-Díaz, & Solano, 2012) que recoge información sobre la historia del vida; Personality Disorder Examination (IPDE) ICD-10 version, screening questionaire (IPDE-SQ, Loranger, Janca, & Satrorius, 1997) que evalúa el probable diagnóstico de trastornos de personalidad según CIE-10; y el Hare¿s Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) en su versión española (Torrubia, Poy, Moltó, Grayston, & Corral, 2010) que evalúa la presencia de psicopatía. Los datos recogidos fueron analizados a través del paquete estadístico SPSS 19.0 para Windows, utilizando como técnicas estadísticas: Análisis descriptivos; análisis de fiabilidad mediante el coeficiente Alpha de Cronbach; el Análisis Factorial Confirmatorio (AFC); el Análisis Factorial Confirmatorio Multigrupo (AFCM); tablas de contingencia con chi-cuadrado como estadístico; el Análisis Univariado de la Varianza (ANOVA); el Análisis Multivariado de la Variaza (MANOVA); y la logística binaria. RESULTADOS-CONCLUSIONES 1. Los resultados de la revisión bibliográfica y bibliométrica en base a los términos de búsqueda Psychopathy y Antisocial Personality Disorders ¿base de datos PsycINFO-, ofrecen una guía útil para el investigador inexperto sobre las revistas, Keywords y autores de mayor interés, así como los temas más relevantes estudiados por cada uno de los autores más prolíficos. De esta revisión, se desprenden además una serie de deficiencias en la investigación. 2. La estructura factorial del PCL-R que mejor se ajusta a nuestra muestra de origen español, es la estructura jerárquica de tres factores de Cooke & Michie (2001), que además se replica en población latinoamericana. Esta estructura tiene la particularidad de que se desprende de los ítems sobre aspectos antisociales, conformándose una nueva escala de 13 ítems fiable y válida, que detecta además del 96.5% de los detectados por la escala original, a un 8.5% de psicópatas que mantienen las mismas características de personalidad pero sin un estilo de vida delictivo. 3. Analizamos a este psicópata no detectado. Constatamos que presenta las mismas consistencias de personalidad que el psicópata detectado, difiriendo en el estilo de vida, más deteriorado para este último. Además, observamos que presenta durante su desarrollo adaptativo una serie de variables moderadoras ¿mayor control, normas y límite- que le han mantenido alejado de este estilo de vida criminal, pero que no han sido suficientes para minimizar sus consistencias de personalidad. No cometen delitos asociados con una vida delictiva y marginal, pero, al igual que el psicópata criminal, tiene capacidad para cometer los delitos de mayor gravedad. 4. La idiosincrasia de cada tipo de psicópata se hace notar en la comisión de este tipo de delitos de mayor gravedad: El criminal comete en mayor medida delitos de homicidio/asesinato siendo las víctimas conocidos o desconocidos, mientras que el no detectado comete en mayor medida delitos contra familiares y pareja, destacando su papel en los delitos sexuales contra menores. 5. El análisis de la influencia de la cultura constata que un contexto cultural más violento se relaciona con un agravamiento de los delitos del psicópata. 6. Realizado en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) ¿modo alternativo de prisión libre de drogas y subcultura carcelaria- un seguimiento de tres años, hemos constatado que parece eficaz para la reducción de la reincidencia en general. Estos datos, con todo, necesitan un seguimiento más largo, pues el escaso número de psicópatas que han alcanzado la libertad tras este tiempo, nos impide llegar a resultados concluyentes, aunque la tendencia es positiva. 7. El IPDE-SQ módulo CIE-10 como instrumento, obtiene bajos y medios valores de fiabilidad para las escalas. Por la desconfianza en su precisión diagnóstica trabajamos solo con algunas de ellas. a) Resaltando el trastorno disocial, se constata que no mide el mismo cuadro clínico que el PCL-R, representando más bien al delincuente común. b) El contacto del padre con la conducta delictiva y la mala o inexistente relación con la madre predicen el desarrollo del trastorno disocial, relacionándose el tipo de relación mantenida con los padres con el probable diagnóstico de trastorno de inestabilidad emocional de tipo impulsivo. c) Un estilo educativo autoritario se relaciona con el desarrollo del trastorno anancástico y ansioso de la personalidad, siendo un delito diferencial para este último los de tipo sexual.