Salud física en los pacientes con trastornos depresivosestudio naturalístico

  1. Rodríguez Suarez, Patricia Leonor
Dirigida por:
  1. María Paz García Portilla González Directora
  2. Julio Bobes García Director

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 06 de octubre de 2014

Tribunal:
  1. María Dolores Franco Fernández Presidente/a
  2. Pilar Alejandra Saiz Martínez Secretaria
  3. Laura Ferrando Bundío Vocal
Departamento:
  1. Medicina

Tipo: Tesis

Teseo: 371157 DIALNET lock_openRUO editor

Resumen

El tema que ocupa este trabajo, la salud física de los pacientes con depresión, es en este momento de especial interés, puesto que se trata del trastorno mental más prevalente en la población española. Además, se ha visto que tanto por las características de esta enfermedad como por el efecto de los fármacos utilizados en el tratamiento, la salud física, sobre todo en términos de riesgo cardiovascular y síndrome metabólico, se ve afectada. Partimos de las siguientes hipótesis: -el estado de salud física de los pacientes con trastornos depresivos evoluciona desfavorablemente a medio plazo, especialmente en términos de obesidad, síndrome metabólico y riesgo cardiovascular; -el estado de salud física influye negativamente sobre el nivel de funcionamiento y la calidad de vida de los pacientes con trastornos depresivos; -la percepción subjetiva del estado de salud física de estos pacientes es peor que su estado objetivo. Los objetivos del estudio fueron: -conocer el estado de salud física de los pacientes con trastornos depresivos; - determinar la influencia del estado de salud física de los pacientes con trastornos depresivos sobre su funcionamiento y calidad de vida; -comprobar si el nivel de salud física de los pacientes con trastornos depresivos se corresponde con su percepción subjetiva de su nivel de salud. En cuanto al material y método se trata de un estudio observacional prospectivo sobre una población de 54 pacientes procedentes de dos zonas básicas de salud, una urbana y otra rural, diagnosticadas de algún tipo de trastorno depresivo recientemente, a la que se le pautó tratamiento antidepresivo. La valoración tanto del estado mental como de la funcionalidad y calidad de vida, se llevó a cabo a través de escalas psicométricas. Respecto a la salud física, se realizaron tanto estudios analíticos como electrocardiograma y toma de medidas antropométricas. El perfil fue el de una mujer de unos 54años casada, con estudios primarios, ama de casa, fumadora y con sobrepeso, que había sido diagnosticada de trastorno adaptativo mixto en tratamiento con un antidepresivo (ISRS o tricíclico) y un ansiolítico. Durante los meses que duró el estudio, se constató un empeoramiento en la salud física más significativa en los hombres, pasando de un porcentaje del 9.1% de síndrome metabólico, al 18,2% a los 6 meses. En cuanto a la calidad de vida relacionada con la salud, atendiendo a las diferencias observadas por sexo, encontramos diferencias estadísticamente significativas tan sólo en la subescala de funcionamiento social (SF) y la del rol emocional (RE). Al analizar la influencia que ejerce el padecer o no síndrome metabólico, sobre la percepción del estado de salud de los pacientes, no encontramos una relación directa, de modo que ni en la salud física ni en la salud mental, tras aplicar el SF-36, existen diferencias significativas entre los pacientes diagnosticados de síndrome metabólico según los criterios ATP III y aquellos que no lo están. En relación con trabajos, en los últimos años muy frecuentes, que analizan la presencia conjunta de síndrome metabólico y depresión, nuestros pacientes estarían en una proporción más bien baja. Llama la atención el que la presencia de síndrome metabólico no influya negativamente sobre la calidad de vida de los pacientes, como sería esperable. En este sentido hacemos referencia a otros estudios en los que se ve que los pacientes con enfermedad cardiovascular y depresión, presentaban niveles más bajos en las escalas de calidad de vida, que aquellos que o bien estaban sanos, o presentaban sólo una de las dos enfermedades por separado. Concluimos por tanto que: -el estado de salud física de los pacientes con trastorno depresivo que inician tratamiento antidepresivo, puede considerarse aceptable; -la evolución del estado de salud física, especialmente en lo referente a síndrome metabólico y riesgo cardiovascular, es ligeramente desfavorable; -el estado de salud física de los pacientes, particularmente el riesgo cardiovascular, influye negativamente sobre el grado de funcionalidad, sin embargo no hay impacto negativo sobre la calidad de vida; -la percepción subjetiva del nivel de salud física está distorsionada de tal forma que la perciben como peor de lo que corresponde.