La alteridad en los albores de la cultura occidentalla idea del "otro'"en la Ilíada y la Odisea

  1. ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, BÁRBARA
Dirixida por:
  1. Vicente J. Domínguez García Director
  2. Lucía Rodríguez-Noriega Guillén Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 08 de abril de 2013

Tribunal:
  1. Ignacio Izuzquiza Otero Presidente/a
  2. Gabriel Bello Reguera Vogal
Departamento:
  1. Filosofía

Tipo: Tese

Teseo: 341318 DIALNET

Resumo

El objetivo de esta tesis es estudiar las relaciones de alteridad que se manifiestan entre los personajes ¿humanos¿ (esto es, con exclusión de los dioses) que pueblan la Ilíada y la Odisea, primeras obras literarias de Occidente, atribuidas por la tradición al poeta épico griego del s. VIII a.C. Homero. Nunca hasta ahora se había realizado un estudio de conjunto de este tipo sobre dichas obras, que están en la base del pensamiento griego y de toda la cultura occidental. El estudio no considera la Ilíada y la Odisea como testimonios históricos, sino que las contempla como lo que son en realidad, esto es, como dos creaciones de ficción en las que se plasma un universo literario que responde a sus propias normas y presenta su propia coherencia interna, de acuerdo con el genio y la experiencia vital de su autor. La tesis se articula en ocho capítulos precedidos por una introducción general. Tras tratar la denominada ¿cuestión homérica¿ y la trasmisión del texto de la Ilíada y la Odisea (capítulo I), se determina el marco teórico-filosófico de acuerdo con el cual se va a desarrollar el análisis (capítulo II), que se basa en el método hermenéutico de Gadamer y en la tipología de la alteridad establecida por G. Bello Reguera. A continuación se aborda el problema de la delimitación de la identidad dominante en los poemas homéricos (capítulo III), por oposición a la cual se establecen los distintos tipos de alteridad que se van estudiando después. Se analizan a continuación las relaciones que se establecen en el universo homérico en el seno de la comunidad (capítulo IV), atendiendo tanto al eje temporal (relaciones con los ¿Otros¿ pasados y futuros) como al social (relaciones, en el presente, de los miembros de la clase dominante, portadora de la identidad principal, entre sí y con los hombres libres de las clases bajas: plebeyos, jornaleros y mendigos). Se estudia después la alteridad representada en los poemas por las mujeres (capítulo V). A continuación, se analizan las relaciones con el ¿Otro¿ extranjero (capítulo VI). Finalmente, se estudia la alteridad neutra o impersonal en los poemas (capítulo VII), mediante el estudio de los encuentros con lo monstruoso y con el mundo de los muertos, esto es, con todo aquello que puede ser considerado una alteridad radical, por su alejamiento específico de los usos y costumbres humanas. El trabajo se cierra con las conclusiones (capítulo VIII), a las que sigue la bibliografía general. Entre nuestras principales conclusiones están la determinación de que en Homero la identidad principal no es individual, sino colectiva, y viene caracterizada por el hecho de ser aqueo, varón y noble, condición que se adquiere por nacimiento. Los miembros de este grupo tienen en exclusiva la capacidad de tomar parte activa en la sociedad, de modificarla y construirla, a través de su participación en un órgano político, la asamblea, y de su papel de liderazgo en la guerra. A partir de esa definición paradigmática de la identidad dominante se construye, por vía de la negación, la alteridad. Los «Otros» serán los que NO pueden tomar parte en la asamblea (mujeres, plebeyos, mendigos, esclavos y extranjeros), los que NO pueden participar en las guerras defensivas de la comunidad o de ataque (mujeres y extranjeros), los que NO son varones (mujeres) o los que NO son nobles (plebeyos, mendigos y esclavos). La imposibilidad de tomar parte activa en las cuestiones públicas sitúa a esos ¿Otros¿ en un nivel inferior, tanto moral como políticamente hablando, con respecto a los que sí tienen ese poder participativo. Por ello, el tipo de relación que se da en Homero entre los portadores de la identidad y sus ¿Otros¿ es, fundamentalmente, asimétrica y negativa.