La cooperación internacional en la Formación Profesional para el Empleoel caso de la trasposición de las directrices europeas a la F.P.E. española

  1. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, COVADONGA
Dirixida por:
  1. Alberto Hidalgo Tuñón Director

Universidade de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 19 de xuño de 2015

Tribunal:
  1. José Ángel Sotillo Lorenzo Presidente/a
  2. Begoña Cueto Iglesias Secretaria
  3. Noemí Rodríguez Fernández Vogal
Departamento:
  1. Filosofía

Tipo: Tese

Teseo: 389358 DIALNET

Resumo

Al averiguar el funcionamiento del nuevo sistema de formación profesional para el empleo emergente en España a través de las diferentes acciones e instrumentos legislados al respecto, donde se pretende promover y desarrollar la integración de todas las ofertas de formación profesional, no sólo catalogando cualificaciones profesionales a nivel nacional e internacional en orden a la evaluación y acreditación de competencias profesionales, sino favoreciendo el desarrollo profesional y social de las personas; para ello se necesita más transparencia y unidad en el mercado laboral y movilidad de trabajo dentro del Espacio Común Europeo. La sencilla pregunta que articula esta investigación es: cómo un sistema de formación para el empleo con millones de recursos disponibles no está generando efectos positivos en la empleabilidad y en el desarrollo de las personas. El sistema de F.P.E., dirigido a la población adulta en edad de trabajar, está enmarcado en el ámbito educativo y laboral español: Ambos tienen regulaciones y aspectos diferenciadores aunque tienden a una necesaria cooperación. Los aspectos diferenciadores son los objetivos y naturaleza de la formación, la duración del aprendizaje, el colectivo destinatario y, por último, la acreditación de la competencia: la primera aporta valor académico y profesional al título; la segunda, que aglutina la formación ocupacional y continua, lo que denominamos ahora F.P.E., aporta títulos con valor profesional denominados "certificados de profesionalidad" En consecuencia, esta investigación fue adentrándose en las recomendaciones europeas, directrices que determinan que la formación se tiene que diseñar desde las competencias laborales y donde se recomendaba ya en el 2008 a los países miembros ¿la necesidad de alinear los sistemas nacionales de cualificaciones al marco europeo de cualificaciones" y actualmente " la necesidad de que todos los trabajadores tengan su cualificación profesional reconocida en el 2020", cuya adquisición y desarrollo exige el mundo laboral. Sin embargo, otros autores como Martha Nussbaum nos aconsejan desarrollar las capacidades que las personas necesitan para que puedan llevar adelante una vida e integrarse eficazmente en la sociedad que les toque vivir. Para integrar ambas posturas nos detuvimos en cómo todo proceso formativo debería estar apoyado por la cadena de valor: Orientación-Asesoramiento-Formación-Evaluación-Inserción. La ambición de esta tesis es abrir camino para esta transición gracias a reflexiones sacadas de la experiencia, lo que no siempre resulta posible por los cauces habituales de la academia. Convertir la experiencia en conocimiento experto trasmisible es un reto no sólo educativo, sino civilizatorio. Una falta de ética en la formación, concretamente en la orientación profesional y formativa, un asesoramiento inexistente, unos itinerarios formativos no personalizados, una formación transversal y genérica, una evaluación sin índices de calidad y una escasa inserción laboral en los programas formativos dependientes de las políticas de empleo son algunas de las manifestaciones EMIC de actores partícipes en estos procesos formativos y de mi experiencia laboral en éste ámbito. A lo largo del estudio se analizan medidas para fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida tomando como referencia los marcos de cualificación nacional e internacional y los diferentes puentes de convalidación entre el ámbito del empleo y la educación. Todo ello combinándolo con instrumentos facilitadores para una correcta orientación y asesoramiento en los procesos de desarrollo formativos y laborales: coaching; mentoring; creación de consejos asesores de empresas en los centros de formación como fuentes para el desarrollo de las capacidades de la sociedad; e infinidad de recursos. Este marco de aprendizaje conviene comenzarlo desde la educación primaria y llevarlo hasta el momento de la transición entre la vida activa y la jubilación. El principal resultado ETIC de nuestra investigación es constatar que son muchos los países que afrontan este mismo tipo de obstáculos. En todos ellos las estructuras institucionales y las creencias sociales y culturales mayoritarias constituyen los obstáculos más limitantes. En consecuencia se sugieren algunos mecanismos que permitirían removerlos: Vincular la educación y el trabajo por medio de las cualificaciones, de tal manera que la FPE podamos considerarla como un puzzle, en el que podamos ir completando nuestra figura poco a poco pero a sabiendas que todas las piezas encajan. Para ello será necesario aumentar la flexibilidad de los programas de formación cualificante, reconocer competencias para la empleabilidad, instaurando marcos de cualificaciones y haciéndose visibles en los convenios colectivos, optimizar la participación de todo tipo de protagonistas en el sistema de cualificaciones, mejorar la información y orientacioón sobre el sistema de cualificaciones y centrarse en las necesidades del medio productivo al objeto de ofrecer programas formativos vinculados al empleo. Concluimos, así pues, que la Formación del futuro será un sistema que esté rodeado de puentes ágiles y con perspectivas de futuro, donde el objetivo será dar importancia al desarrollo de la humanidad y construir auténticos híbridos entre la escuela y la empresa.