Consumo de agua en el sector turístico y planificación hidrológica en la isla de Tenerife

  1. José-León García Rodríguez
Book:
X Congresso Ibérico de Gestão e Planeamento da Água: 20 Anos de continuidade de uma nova cultura da água. Fluxos de água, fluxos de vida
  1. João Luís Mendes Pedroso de Lima (ed. lit.)
  2. Francesc La Roca Cervigón (ed. lit.)

Publisher: Fundación Nueva Cultura del Agua

ISBN: 978-84-944788-5-7

Year of publication: 2018

Pages: 1-12

Congress: Congreso Ibérico sobre Gestión y Planificación del Agua (10. 2018. Coimbra)

Type: Conference paper

Sustainable development goals

Abstract

Los edificios volcánicos que conforman las Islas Canaria poseen acuíferos diferenciados y complejos, tanto por el tamaño de estas construcciones insulares, como por sus características geológicas, por la posición geográfica de cada una de las islas o por la elevación de sus relieves desde los 600 m de altitud, en el caso de Lanzarote, hasta más de 3.700 m en el de Tenerife. Debido a la diversa combinación de las anteriores variables, la producción de agua de las Islas Canarias a principios del siglo XX era escasa y variaba desde las minúsculas cantidades recogidas en los aljibes de El Hierro, las casi simbólicas de las maretas en Lanzarote y de los pequeños pozos salobres de Fuerteventura, hasta los 53 hm3 procedentes de los manantiales de Gran Canaria, pasando por los 26 hm3 de La Palma, los 20 hm3 de Tenerife y los 6 hm3 de La Gomera. La escasez general de recursos hídricos impulsó desde el pasado la creación de sistemas agrarios característicos de la aridez y la construcción de obras de almacenamiento para las aguas de escorrentía; con posterioridad y hasta los años ochenta del siglo pasado, se ha promovido por parte de la iniciativa privada la búsqueda de agua en el subsuelo, a la par que el desarrollo técnico y los recursos financieros lo han posibilitado, para incrementar la superficie del regadío, promover el desarrollo socioeconómico y mejorar el abastecimiento urbano; y más recientemente, a partir de los años sesenta y setenta, como consecuencia de la carencia de agua de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, y del agotamiento relativo de los acuíferos en Gran Canaria y Tenerife, se ha introducido por parte de la Administración la desalación de agua de mar y la depuración de aguas residuales, con la finalidad de hacer frente a la creciente demanda de los sectores turístico y urbano, y resolver los problemas ambientales derivados del saneamiento de las ciudades. Esta última etapa ha supuesto importantes inversiones públicas, cambios legislativos notables y la necesaria inclusión de la planificación hidrológica a escala insular.